El diseño está presente en todos los aspectos de nuestra vida. De nuestro día a día. Los edificios que nos rodean, las calles por las que circulamos, los libros que leemos, las tiendas en las que compramos… Podría decirse que nuestra vida está enteramente diseñada. Diseñada para que sea más fácil desenvolverse en ella. Por eso mismo, poner el foco en el diseño para la comunicación de tu negocio no es solo positivo, sino básico. Veamos por qué.
Comunicación en B2B: Un diseño eficaz transmite confianza
Crear un espacio agradable, un entorno satisfactorio, funcional pero atractivo, es importante en infinidad de aspectos. Una casa acogedora, una habitación reconfortante… Todos podemos imaginarla y esto nos transmite buenas sensaciones, nos pone en una actitud de predisposición positiva. El diseño en comunicación B2B hace lo mismo para tu empresa. No nos referimos solo a una cuestión estética, hablamos de una arquitectura y jerarquía de la información que ayude a comunicar de una forma más efectiva, de mejorar la experiencia de usuario, de generar impacto. En este caso, de un posible comprador. Vamos a hacer que se sienta como en casa a través del diseño. Si nuestro invitado está a gusto querrá quedarse más tiempo con nosotros. Así que diseñemos el ambiente para que no mire el reloj y nos ponga una excusa para salir del entorno que hemos creado para él.
Un diseño eficaz transmite confianza. Si en el marketing B2B la credibilidad es imprescindible, el diseño es una de las herramientas que más nos ayudarán a transmitirla. Los mensajes explican nuestra profesionalidad con palabras, el diseño la transmite de una forma intuitiva, visual. Genera un estado mental de credibilidad, seamos o no plenamente conscientes del efecto que está ejerciendo sobre nosotros. Hace que que las cosas ocurran. Es decir, facilita la toma de decisión para que elijan nuestros productos o servicios.
No nos referimos solo a una cuestión estética, hablamos de una arquitectura y jerarquía de la información que ayude a comunicar de una forma más efectiva.
El reto de la primera impresión
El primer contacto con un posible cliente puede ser en nuestra web, con una publicación en redes sociales, un anuncio de prensa… Sea en el contexto que sea, este momento será clave en lo que piense de nosotros. La primera impresión que nos causa algo va a definir todo lo demás. Es más fácil mantener las expectativas creadas después de una buena impresión inicial que intentar cambiar la percepción de una mala impresión. Y es que requiere mucho más esfuerzo contrarrestar una opinión negativa que reforzar una positiva. Así que hay que empezar bien desde el principio.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, al entrar en una web, el usuario tarda una media de cinco segundos en decidir si se queda o no. En este primer contacto, el diseño será lo que marca la diferencia. Si es llamativo y está bien estructurado, tenemos mucho ganado. Hay que hacer diseño y también pensar en clave de diseño. Porque ese pensamiento es el que hará que todo cuadre e impulsará lo que vendrá después, que es en definitiva asegurar el éxito de nuestra empresa. Si muestras interés por el diseño es que eres cuidadoso con el conjunto. Un buen diseño transmite que te importa la calidad en todos los aspectos. Habla de un producto cuidado y de un servicio atento.
En este primer contacto, el diseño será lo que marca la diferencia.
El diseño: Uno de los pilares de la construcción de marca
La marca crea personalidad y el diseño es una de las bases de la creación de marca. Te ayuda a diferenciarte de la competencia haciéndote reconocible en un entorno saturado de información y competencia. Va más allá del feeling que desprenda la comunicación de tu empresa. Estamos construyendo algo más grande, mucho más profundo. La construcción de marca es la mejor inversión que puedes hacer para garantizar un buen futuro. Así, invertir en diseño es una apuesta por el crecimiento. Es ayudar a posicionarte como experto y generar esa credibilidad que siempre debes mostrar.
Cuando pones el foco en el diseño, estás además potenciando el desarrollo de nuevas soluciones que puedan satisfacer y superar las expectativas de tus clientes. Lo cual repercutirá en esa diferenciación tan necesaria de tu empresa en medio de este mundo competitivo, ayudándote a transmitir tus valores y definiendo tu personalidad única. En demasiadas ocasiones, el marketing B2B y la comunicación industrial han focalizado su atención en el producto en vez de en la marca. Algo que está cambiando, como demuestra el estudio de McKinsey & Company sobre el auge de las marcas en la industria.
Cuando pones el foco en el diseño, estás además potenciando el desarrollo de nuevas soluciones que puedan satisfacer y superar las expectativas de tus clientes.
Hecho y pensado para personas
A través del diseño podemos establecer una conversación atractiva con nuestros clientes. Y mantenerla, ya que facilitar la comunicación es una de las claves para que las relaciones comerciales sean duraderas. El diseño tiene en cuenta la experiencia del usuario para mejorarla. Ya sea en la web, la aplicación móvil o cualquier comunicación que realicemos, definirá no solo un look eficaz sino que asegurará que todo el proceso sea memorable. Además de aportar un valor estético acorde a nuestra personalidad, también estructura la información, crea una forma de navegar adaptada a cada dispositivo o soporte, y define cómo serán todos los procesos de interacción entre cliente y empresa.
Un diseño que conecta es un diseño hecho y pensado para las personas. Que tenga el toque humano que además de credibilidad inspire cercanía y confianza. Si logramos transmitir esa cercanía y confianza, el vínculo que se crea es más fuerte. Un buen diseño demuestra que entiendes a tu cliente. Que sabes qué necesita y que puedes proporcionárselo. En un estudio de Salesforce, hasta un 76 % de los compradores esperaban que las empresas comprendieran sus expectativas. Eso sin dejar de lado que en un mundo saturado de clics y scrolls, conseguir el impacto y atracción que queremos da un respiro para detenerse y prestar atención. Un parón regenerador entre la vorágine. ¿Te imaginas qué efecto puede tener en tu cliente que tú seas quien le proporcione ese momento de pausa?
Un diseño que conecta es un diseño hecho y pensado para las personas.
De puertas afuera y para adentro
Cuando pensamos en clave de diseño tenemos un propósito claro. Responde a un objetivo: que trabaje en consonancia con nuestros valores, que les dé forma y los transmita. Que ayude a comunicar el mensaje correcto, a la persona adecuada en el momento y lugar apropiados. El diseño es el elemento omnipresente que asegura la coherencia en todo lo que hacemos en nuestra compañía. Estará en todas partes y reforzará nuestra reputación y marcará la diferencia. Un diseño consciente de la respuesta que quiere provocar es un diseño útil para alcanzar nuestros objetivos.
Y no trabaja solo de puertas afuera, también lo hace dentro de la propia compañía. Un diseño efectivo facilita la interacción entre los clientes y tus empleados, aumentando la satisfacción de ambos y la productividad. Incluso podemos ir un poco más allá, si la imagen es atractiva y transmite credibilidad, algo de lo que estar orgulloso, ¿no es más fácil conseguir que aumente el sentimiento de pertenencia a la empresa?
Un diseño consciente de la respuesta que quiere provocar es un diseño útil para alcanzar nuestros objetivos.
Si quieres obtener beneficios a largo plazo, empieza por invertir en el diseño
Hay dos formas de ver las cosas. Como inversión o como gasto. Si en algún momento dudas al considerarlo como lo primero, ¿cuál es el coste de no invertir en diseño? ¿De no transmitir tus valores y profesionalidad de la forma más efectiva posible? El diseño es la forma de contar a tus clientes quién eres y sobre todo por qué vas a ser útil para ellos. De atraerlos de una forma natural. Hacer que te busquen en vez de tener que ir detrás de ellos. En definitiva, de crear las condiciones que garanticen el éxito el día de mañana.
En palabras de Marty Neumeier, autor de The Designful Company:
«El diseño conlleva innovación,
la innovación potencia la marca,
la marca construye fidelización
y la fidelización implica beneficios
sostenibles.
Si quieres obtener beneficios a largo plazo,
empieza por invertir en el diseño.»
En ASPID tenemos buen ojo para el diseño. Y también le ponemos mucha cabeza. Podemos ayudarte a crear tu imagen corporativa, los materiales comerciales adecuados, desarrollar tu nueva web y mucho más.
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